5 problemas oculares frecuentes en personas mayores

Los cinco problemas oculares más frecuentes en personas mayores

La salud visual puede traer más de un quebradero de cabeza a las personas mayores. Las cataratas, la degeneración macular asociada a la edad, los ojos secos, el glaucoma y la retinopatía diabética son cinco de las dolencias oculares más comunes entre los ancianos. Por eso conviene conocer en qué consisten estas enfermedades y cómo se tratan.

Los 5 problemas oculares más comunes en personas mayores

Cataratas

Las cataratas pueden aparecer a cualquier edad, pero sin duda su incidencia aumenta con los años. En las personas mayores de 70 años, más del 50% tienen cataratas. Consisten en la pérdida de transparencia del cristalino ocular, que es una lente natural que se encuentra detrás de la pupila. Su única solución es la extracción quirúrgica seguida del recambio por una lente intraocular artificial.

Esta operación de cataratas es la más frecuente realizada en las personas en todo el mundo y ha alcanzado un grado de perfección muy alto con escasísimas complicaciones. Si se implantan lentes intraoculares multifocales durante la operación, es posible prescindir de las gafas tras ella. Si queremos evitar problemas, es mejor no esperar a que estén muy avanzadas para realizar la cirugía. No existen medidas preventivas conocidas contra las cataratas.

Degeneración macular asociada a la edad

Esta enfermedad es la principal causa de ceguera legal en las personas mayores de 60 años de los países avanzados. Produce una «mancha» en el campo visual central, dificultando o impidiendo la lectura, la conducción de vehículos, etc., pero conservándose el campo de visión periférico. Es de tipo degenerativo y afecta a la retina central, que es la capa de tejido nervioso que forra el interior del ojo donde se reciben las imágenes para después enviarlas al cerebro a través del nervio óptico.

Existen dos tipos de degeneración macular: la «seca» y la «húmeda». La forma seca es menos grave y de evolución lenta, pero no tiene tratamiento curativo en la actualidad. La forma húmeda es más grave y de evolución más rápida, y puede tratarse con varios fármacos mediante inyecciones intraoculares periódicas. Al aumentar la vida media de las personas por la mejora de las condiciones sanitarias, también aumenta la incidencia de este tipo de enfermedades, lo que está saturando las consultas médicas de los oftalmólogos por el gran número de visitas que deben realizarse. Es un gran problema social al que nos enfrentamos.

Ojos secos

Cada vez hay más personas mayores y jóvenes que presentan síntomas de sequedad ocular, principalmente en edades avanzadas. Las mujeres posmenopáusicas son las más afectadas (por cambios hormonales), pero pueden tener este problema todas las personas de forma temporal o de forma crónica. Muchos medicamentos favorecen la sequedad de ojos y de boca, como los antidepresivos, ansiolíticos, somníferos, betabloqueantes, etc.

También las alergias, cada vez más frecuentes, pueden favorecer la sequedad ocular, así como el uso de lentes de contacto y el trabajo prolongado delante del ordenador. Algunas enfermedades reumáticas también pueden provocarla. En cuanto al tratamiento de este problema, lo primero es descartar las causas sistémicas que pueden producirlo y ponerles remedio, para después instaurar un tratamiento paliativo mediante suplementos de lubricación («lágrimas artificiales») que serán recomendados por el especialista oftalmólogo.

Glaucoma

Esta enfermedad es la segunda causa de ceguera en el mundo y su frecuencia aumenta con la edad. Se calcula que afecta a entre un 2% y un 3% de la población (un millón de personas en España) y que la mitad de las personas afectadas lo desconocen. Con frecuencia existen antecedentes familiares. Es importante hacer revisiones oculares a partir de los 40 años para descartarla ya que el principal problema es la ausencia de síntomas hasta que el daño es muy avanzado. El glaucoma produce una lesión irreparable del nervio óptico y cuando se diagnostica solo se puede intentar frenar su evolución pero no recuperar lo perdido.

El glaucoma suele asociarse a una elevación de la presión del líquido intraocular y causa una pérdida lenta y progresiva del campo visual que suele empezar por la periferia y avanzar hacia el centro. Hoy disponemos de múltiples fármacos para tratar el glaucoma y, si no fueran efectivos, puede plantearse un tratamiento con láser con Solutis, donde Excimer Láser es la primera clínica en palma de Mallorca con esta tecnología, o la cirugía. Lo más importante es el diagnóstico precoz, que puede evitar la progresión hacia la ceguera.

Retinopatía diabética

La diabetes es una enfermedad cada vez más frecuente en los países desarrollados y podría compararse a una «epidemia». También aumenta la incidencia con la edad. La afectación ocular puede ser grave e incluso llegar a la ceguera. Queda afectada la circulación de los vasos capilares de la retina, que pueden sangrar, producir trombosis o pérdida de líquido que se acumula en la retina y la encharca (edema macular diabético).

Existen factores de riesgo para la aparición y el desarrollo de la retinopatía diabética, como el tiempo de evolución de la diabetes (se encuentra en el 75% de los pacientes con más de 15 años de evolución), el mal control metabólico, la hipertensión arterial y el embarazo. Es importantísimo concienciar a los diabéticos de que deben revisar sus ojos periódicamente aunque no presenten síntomas ya que el daño ocular diabético puede iniciarse de forma asintomática y cuanto antes se detecte mejor es el pronóstico. Muchas personas de edad avanzada desconocen los riesgos del mal control diabético y de las complicaciones que ello puede acarrear. Por eso es muy importante la intervención educativa.

Artículo original del Dr. Miguel March Balle, Director médico y oftalmólogo en Excimer Làser.

La lectura de este contenido no sustituye la visita al oftalmólogo, por favor acuda a un especialista médico para poder obtener un diagnóstico adecuado.