Las cataratas son la causa más prevalente de ceguera o discapacidad visual en el mundo, pero son tratables, siendo su cirugía la más frecuente en las personas. Se estima que más de 20 millones de personas están ciegas bilateralmente en el mundo debido a sus cataratas no tratadas, siendo un problema de salud muy grave en los países subdesarrollados, sobre todo en África.
En nuestro país el 50% de las personas de más de 65 años tienen cierto grado de catarata, aumentando el porcentaje con el envejecimiento. En España se calcula que actualmente se realizan unas 500.000 operaciones de cataratas al año.
Cuidar la salud ocular es muy importante para tener una buena calidad de vida, y la cirugía de las cataratas contribuye enormemente en la obtención de un envejecimiento activo.
Muchos estudios indican que la pérdida total o parcial de la visión es de las cosas que más preocupan a las personas y que les crearían más angustia y depresión.
A pesar de tener hoy en día más fácil acceso a la información, sobre todo a través de Internet, hay mucho desconocimiento en muchas personas sobre los problemas de salud y existen muchos mitos sobre las cataratas.
- Es falso que las cataratas sólo aparecen en gente mayor. Pueden aparecer en niños y en gente joven, aunque son más frecuentes en las personas de más de 60 años.
- Es falso que las cataratas provocan dolor. Eso solo sucede en algunas cataratas muy avanzadas o que se asocian a hipertensión ocular grave.
- Es falso que la catarata es una “telilla” que crece dentro del ojo y “tapa la vista”. La catarata es una pérdida de transparencia del cristalino ocular, que es una lente natural que tenemos detrás de la pupila.
- Es falso que las cataratas pueden ser reversibles. Una vez aparece cierta opacidad en el cristalino, la evolución puede ser rápida o lenta, pero siempre progresan. Si la persona tiene hábitos de vida saludables es más probable que se ra- lentice la evolución (ejercicio físico, dieta sana, uso de gafas de sol, no fumar, etc.).
- Es falso que las cataratas pueden pasar de un ojo al otro. Pueden ser unilaterales o bilaterales, y simétricas o asimétricas. No son contagiosas.
- Es falso que las cataratas empeoran con la lectura o actividades a muy corta distancia (coser, bordar, etc.).
- Es falso que las cataratas pueden volver a aparecer tras la cirugía. Lo que sí es posible es que se opacifique con el tiempo la cápsula posterior del cristalino, que se conserva en la operación para servir de soporte a la lente intraocular, y que se soluciona con facilidad en la consulta del oftalmólogo mediante unos disparos de láser YAG.
- Es falso que existan colirios u otros medicamentos para curar o frenar la evolución de las cataratas en las personas. No hay nada de- mostrado en este sentido, aunque se esté investigando.
- Es falso que las cataratas solo deben operarse cuando están “muy maduras” (avanzadas). Con las técnicas actuales no se debe esperar tanto. Conviene operarlas cuando empiezan a dificultar algunas actividades habituales (lectura, conducción de vehículo, etc.) reduciendo la calidad de vida de la persona. Si la catarata está muy avanzada, aumentan los riesgos asociados a su cirugía. El oftalmólogo puede aconsejar cuándo ha llegado el momento de operar.
- Es falso que la operación de cataratas es peligrosa. Es una de las más seguras que existen, se realiza de forma ambulatoria bajo anestesia tópica (gotas), y la recuperación postoperatoria es muy rápida. El riesgo de infección postoperatoria es aproximadamente de 1/1000, y otras complicaciones graves son extraordinarias en manos de un cirujano experto.
- Es falso que tras la operación de cataratas siempre se puede prescindir del uso de gafas. La visión postoperatoria mejora notablemente si el ojo no tiene otros problemas (glaucoma, retinopatía, opacidad corneal, ambliopía,…), y, si la lente intraocular que se implanta es multifocal, el paciente mejora su visión tanto de lejos como de cerca. Así y todo, a veces puede mejorarse más la visión con una gafa de poca graduación, para usar eventualmente.
- Es falso que las cataratas pueden tratarse solo con láser. Existen equipos de láser que ayudan a reblandecer y fracturar la catarata antes de extraerla, pero por sí solos no solucionan el problema, pues hay que sacar la catarata fragmentada fuera del ojo y posteriormente implantar la lente intraocular detrás de la pupila. Los apa- ratos que se usan con más frecuencia para operar las cataratas las desmigan por ultrasonidos (facoemulsificación), y luego las aspiran.
- Es falso que haya que dar puntos de sutura siempre al operar las cataratas. En la inmensa mayoría de los casos no son necesarios, lo que acelera la recuperación postoperatoria.
- Es falso que la recuperación tras una operación de cataratas dura varios meses. Al día siguiente se pueden retomar casi todas las actividades habituales como ducharse, lavarse la cara, ver la televisión, caminar, levantar pesos ligeros, evitando durante 1-2 semanas el frotado de los ojos, gran- des esfuerzos (gimnasia), deportes de contacto, maquillarse, natación, contacto con productos químicos irritantes, etc.
Los oftalmólogos recomendamos revisiones de los ojos cada 1-2 años en los adultos de más de 45 años, aunque no presenten síntomas visuales, y con más frecuencia si los presentan o si tienen enfermedades asociadas a problemas oculares (diabetes, hipertensión arterial, polimedicación, enfermedades reumáticas, enfermedades autoinmunes, tuberculosis, parkinson, insuficiencia renal, etc.).
Artículo original del Dr. Miguel March Balle, Director médico y oftalmólogo en Excimer Làser.
La lectura de este contenido no sustituye la visita al oftalmólogo, por favor acuda a un especialista médico para poder obtener un diagnóstico adecuado.