Una nueva terapia génica devuelve la visión a personas con ceguera congénita

Una nueva terapia génica devuelve la visión a personas con ceguera congénita

La terapia génica ha revolucionado el tratamiento de enfermedades hereditarias, y la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.) está en la vanguardia de estos avances. Recientemente, investigadores de esta prestigiosa institución han desarrollado una nueva terapia génica que promete cambiar el paradigma de tratamiento para diversas enfermedades genéticas, enfocándose en corregir defectos genéticos que antes eran considerados inalcanzables.

Innovación en terapia génica: una herramienta de precisión

La terapia génica es una técnica que permite la modificación o reemplazo de genes defectuosos dentro de las células de un paciente. Esto se logra mediante la introducción de material genético adecuado a través de un vector, generalmente un virus modificado, que se utiliza para entregar el gen correcto a las células afectadas.

El equipo de investigación de la Universidad de Pensilvania ha sido pionero en este campo. Su nueva terapia génica se distingue por su enfoque de precisión para tratar enfermedades hereditarias, especialmente aquellas relacionadas con mutaciones genéticas raras que afectan el funcionamiento de células específicas del cuerpo.

Lo que hace que este enfoque sea particularmente prometedor es su capacidad para llegar a tejidos específicos del cuerpo, lo que aumenta su eficacia y minimiza los efectos secundarios.

Foco en enfermedades genéticas raras

El desarrollo más reciente de la terapia génica por parte de la Universidad de Pensilvania está dirigido a enfermedades genéticas raras, como ciertos tipos de distrofia muscular, hemofilia y enfermedades oftalmológicas hereditarias. Estas enfermedades, muchas veces debilitantes y sin tratamiento curativo, afectan a un pequeño porcentaje de la población, lo que dificulta la inversión de recursos para desarrollar terapias específicas.

La investigación de la Universidad de Pensilvania ha demostrado ser una excepción, centrándose en estas condiciones para ofrecer una solución que potencialmente puede curar o, al menos, mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.

Distrofia muscular y el enfoque génico

Una de las aplicaciones clave de esta nueva terapia génica es para la distrofia muscular de Duchenne (DMD), una enfermedad genética caracterizada por la degeneración progresiva de los músculos, lo que eventualmente lleva a la pérdida de la movilidad y otras complicaciones graves. Esta enfermedad es causada por mutaciones en el gen DMD, responsable de la producción de distrofina, una proteína esencial para el funcionamiento muscular.

El tratamiento desarrollado por el equipo de la Universidad de Pensilvania emplea un vector viral adenoasociado (AAV) para entregar una copia corregida del gen DMD a las células musculares del paciente. En ensayos preclínicos, esta terapia ha mostrado resultados prometedores, restaurando la producción de distrofina y mejorando la fuerza muscular en modelos animales.

Nuevas técnicas y avances con CRISPR

Además de las terapias convencionales con vectores virales, los investigadores de la Universidad de Pensilvania están explorando el uso de tecnologías avanzadas de edición genética, como CRISPR-Cas9. CRISPR es una herramienta poderosa que permite a los científicos editar el ADN de manera más precisa, eliminando o corrigiendo directamente las mutaciones causantes de las enfermedades.

En algunos de los estudios más recientes, los investigadores han utilizado CRISPR para corregir defectos genéticos en células humanas cultivadas en el laboratorio. Los resultados preliminares han sido alentadores, mostrando una alta tasa de éxito en la edición de genes sin efectos secundarios graves. Se espera que estas investigaciones puedan dar lugar a ensayos clínicos en humanos en un futuro cercano.

Terapia génica para enfermedades oftalmológicas

Otra aplicación crucial de esta nueva terapia génica se centra en enfermedades hereditarias de la visión, como la retinosis pigmentaria y la amaurosis congénita de Leber. Ambas son afecciones que resultan en la pérdida progresiva de la visión debido a mutaciones en los genes que afectan las células fotorreceptoras de la retina.

El equipo de la Universidad de Pensilvania ha desarrollado una terapia que, al igual que en el caso de la distrofia muscular, utiliza vectores virales para entregar genes funcionales a las células afectadas de la retina. Los primeros resultados de los ensayos clínicos han mostrado una notable mejora en la visión de algunos pacientes, permitiéndoles recuperar la capacidad de percibir la luz y mejorar su calidad de vida.

Luxturna: El precedente exitoso

Cabe mencionar que la Universidad de Pensilvania ya tiene un historial exitoso en terapias génicas para enfermedades de la vista. Luxturna, la primera terapia génica aprobada por la FDA para tratar la amaurosis congénita de Leber, fue desarrollada en colaboración con Spark Therapeutics, una compañía biotecnológica derivada de la investigación de la universidad. Luxturna introdujo una copia funcional del gen RPE65 en los pacientes, logrando restaurar parcialmente su visión.

Este precedente no solo representa un hito en la medicina, sino que también demuestra la capacidad de la universidad para desarrollar terapias génicas efectivas y seguras que transforman la vida de los pacientes.

Desafíos y futuro de la terapia génica

Si bien los resultados de la terapia génica son extremadamente prometedores, aún hay desafíos importantes que superar. Uno de los mayores obstáculos es el costo de estas terapias, que puede ser prohibitivo para muchos pacientes. Por ejemplo, Luxturna tiene un precio superior a los 850.000 dólares por tratamiento, lo que pone en evidencia la necesidad de encontrar formas de hacer que estos tratamientos sean más accesibles.

Además, los investigadores todavía están trabajando para mejorar la seguridad y la eficacia de la terapia génica a largo plazo. Aunque los ensayos clínicos iniciales han mostrado resultados alentadores, es necesario realizar un seguimiento a largo plazo para garantizar que los beneficios persistan sin efectos secundarios inesperados.

No obstante, el desarrollo de nuevas técnicas y enfoques, como la edición genética con CRISPR y la optimización de los vectores virales, ofrece un futuro brillante para la terapia génica. Los avances que se están logrando en la Universidad de Pensilvania y otras instituciones podrían revolucionar el tratamiento de muchas enfermedades genéticas.

Conclusión

La nueva terapia génica desarrollada por la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania representa un avance emocionante en el tratamiento de enfermedades genéticas raras y debilitantes. Con aplicaciones que van desde la distrofia muscular hasta enfermedades hereditarias de la vista, esta investigación tiene el potencial de mejorar significativamente la vida de miles de personas en todo el mundo.

A medida que la tecnología continúa evolucionando y se realizan más ensayos clínicos, es posible que veamos un futuro en el que las enfermedades genéticas se traten de manera rutinaria con terapias génicas, ofreciendo a los pacientes la oportunidad de vivir sin las limitaciones impuestas por sus condiciones. La Universidad de Pensilvania sigue siendo un líder en este campo, marcando el camino hacia un futuro en el que la terapia génica sea una opción segura y accesible para todos.

Artículo original del Dr. Miguel March Balle, Director médico y oftalmólogo en Excimer Làser.

La lectura de este contenido no sustituye la visita al oftalmólogo, por favor acuda a un especialista médico para poder obtener un diagnóstico adecuado.